Se pintó los labios y se sentó junto a la ventana. El viento movía todas las ramas de los árboles de su jardín.
Su largo pelo caía sobre su hombro. Su mirada estaba perdida en algún punto del jardín, quizás miraba un mirlo que removía la tierra.
Se hacía de noche y no había preparado nada de comer, en realidad hacía mucho tiempo que no comía nada en condiciones desde que enviudó.
Se sentía sola en aquella casa tan grande. No había tenido contacto con alguien desde que su marido murió y lo único que hacía era mirar por esa ventana esperando reunirse con él.
Cosas de Nadie
Hoy, os voy a contar mi vida:
sábado, 6 de octubre de 2012
martes, 18 de septiembre de 2012
-¡Ahora, Peter!
El número 27 sólo estaba a unas cuantas yardas de distancia, pero había caído una ligera nevada y los padres Darling caminaron con cuidado para no mancharse los zapatos. Ya eran las únicas las únicas personas que había en la calle y todas las estrellas los observaban. Las estrellas son hermosas, pero no pueden participar activamente en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue. Por ello, a las más viejas se les han puesto los ojos vidriosos y rara vez hablan (el parpadeo es el lenguaje de las estrellas), pero las pequeñas todavía sienten curiosidad. No es que sean realmente amigas de Peter, el cual tiene la traviesa costumbre de acercarse sigilosamente por detrás y tratar de apagarlas de un soplido, pero como les gusta tanto divertirse, esta noche se pusieron de su parte y estaban deseando que los mayores se quitaran de en medio. De modo que en cuanto la puerta del 27 se cerró tras el señor Darling hubo una conmoción en el firmamento y la más pequeña de todas las estrellas de la Vía Láctea gritó:
- ¡Ahora, Peter!
- ¡Ahora, Peter!
lunes, 17 de septiembre de 2012
Silencio.
Shhh... silencio.. Quita la música que estés escuchando y apaga todas las luces.
¿Lo has hecho? Pues ahora pon tu mano derecha sobre la parte izquierda de tu pecho. Cierra los ojos y déjate llevar por los latidos de tu corazón. Siéntete vivo y libre, eres un ser humano y eres capaz de todo lo que te propongas.
¿Lo has hecho? Pues ahora pon tu mano derecha sobre la parte izquierda de tu pecho. Cierra los ojos y déjate llevar por los latidos de tu corazón. Siéntete vivo y libre, eres un ser humano y eres capaz de todo lo que te propongas.
domingo, 16 de septiembre de 2012
Luz.
Tú tienes la luz suficiente para iluminar a otra persona que carezca de la suya propia. Mientras tanto os estaréis buscando desesperadamente.
martes, 7 de agosto de 2012
Un vestido blanco
Ella llevaba el vestido blanco que él le había regalado y estaba radiante, más incluso que de costumbre. Él al ver que ningún ángel podía compararse con su chica, le entró rabia. Sabía que él no era suficiente para ella, sabía que algún día se cansaría de él y se iría con otra persona. Total, se lo merecía.
Entonces ella al saber lo que pasaba por su cabeza se acercó y le susurró al oído:
- ¿Ves esta sonrisa? Pues eres el único que puede hacer que esté en mi cara, y eso es infinitamente mejor que la mayor belleza del mundo.
Entonces ella al saber lo que pasaba por su cabeza se acercó y le susurró al oído:
- ¿Ves esta sonrisa? Pues eres el único que puede hacer que esté en mi cara, y eso es infinitamente mejor que la mayor belleza del mundo.
Juntos.
Ella gritó su nombre mientras le tendía su mano. Él se volvió y vio cómo caía. No sabía qué hacer, se quedó paralizado. Ella caía al vacío y él era el único que podía salvarla.
Corrió hacia ella e intentó agarrarla, y lo consiguió. La agarró, ya estaban juntos, pero cayendo al vacío.
Corrió hacia ella e intentó agarrarla, y lo consiguió. La agarró, ya estaban juntos, pero cayendo al vacío.
lunes, 6 de agosto de 2012
Estrellas.
Se ha escrito mucho sobre las estrellas, y, sinceramente, no me extraña porque son preciosas.
Muchos científicos ya saben que no son un misterio, son solo como lo que nosotros llamamos Sol. Sin embargo, yo sigo pensando que no son otra cosa que polvo de hada. Polvo de hada que va cayendo muy lentamente sobre las personas a las que ya les llega su hora, para que así puedan volar más rápidamente hasta el cielo.
Muchos científicos ya saben que no son un misterio, son solo como lo que nosotros llamamos Sol. Sin embargo, yo sigo pensando que no son otra cosa que polvo de hada. Polvo de hada que va cayendo muy lentamente sobre las personas a las que ya les llega su hora, para que así puedan volar más rápidamente hasta el cielo.
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